martes, 21 de enero de 2014

Los imprevistos



Los imprevistos son acontecimientos que surgen de manera inesperada y que la sociedad  y, por tanto, el individuo tiene que estar preparado para reaccionar. Lamentablemente, en muchas ocasiones no se está preparado debido precisamente a la propia imprevisibilidad. 


En el mundo de la comunicación, del periodismo y del protocolo los imprevistos son mucho más frecuentes de los que el común de los mortales creemos. Pero ahí está el profesional de la Comunicación y del protocolo para gestionarlo con la mayor discreción posible para que la imagen exterior quede totalmente inalterable o, al menos, se altere, solamente lo necesario. Cualquier Administración Pública, sea una Alta Institución del Estado, la Administración General del Estado, la Autonómica o la Local tienen herramientas y recursos suficientes para gestionarla y controlarla con celeridad. De igual modo sucede en el mundo de la empresa, máxime si ésta es una gran empresa. 

Sin embargo, si el imprevisto sucede en el seno de una ONG debemos ser cuidadosos y obrar con cautela porque los recursos y las herramientas para actuar no son tan amplias. Por eso es aconsejable dejar que sea el propio director de comunicación de la entidad quién marque la estrategia a seguir, las grandes lineas directrices. Ello, lógicamente, consensuado con la junta directiva. Pero es fundamental que sea él quien ostente la dirección estratégica del imprevisto de tal forma que cualquier derivación que asunto pueda tomar, el propio profesional pueda reconducir la situación por el camino que considere más apropiado para la entidad. 

Los directivos deben permanecer en un segundo plano, pendientes de las noticias que él les dará, y de las pautas y recomendaciones que él les pondrá sobre la mesa. 

Cómo es obvio ninguna entidad sin ánimo de lucro puede tener prestablecido un protocolo de actuación ante imprevistos. Pero sí es evidente que hay que estar preparados para reaccionar ante contingencias inesperadas y, sobre todo, algo imprescindible en cualquier colectividad, coordinados. La coordinación es fundamental. Es la clave del éxito del cualquier proyecto, de cualquier evento, de cualquier situación. No me cansaré de repetirlo.

Pongamos un ejemplo. Se derrumba la sede de una asociación laboral. Además de la evacuación de posibles heridos, lo cierto es que la coordinación de esa situación no pasa por diferentes miembros de la junta directiva, sino que tiene coordinarse con asertividad, objetividad y racionalidad. Siempre alejados del nerviosismo. El director de comunicación es el profesional adecuado para coordinar esta gestión. No sería de sentido común, como ya ha sucedido en otros sucesos similares, que diferentes miembros de la junta directivas aparecieran haciendo diferentes y contradictorias versiones del suceso ante los medios de comunicación. 

Dicho de otra manera, dado que no podemos estar preparados para lo imprevisto, al menos, dejemos al profesional de la comunicación y el protocolo que sea él quién coordine la gestión. Sus conocimientos, su experiencia, y sus recursos son, sin ninguna duda, una gran ayuda. Son la clave del éxito. La marca está en juego siempre. También en los momentos más difíciles, y la coordinación es imprescindible especialmente entonces. 



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